El Badajoz respira aliviado. Este miércoles, la Comisión Disciplinaria de la FIFA comunicó al club que ha superado de manera definitiva la evaluación de cumplimiento exigida por el Clearing House, cerrando el procedimiento que había puesto en jaque el arranque liguero de los blanquinegros.
La entidad pacense informó a través de un comunicado en su web, calificando de «injusta» la sanción que impidió disputar el primer partido frente al Azuaga y que supuso además la pérdida de tres puntos. «Han sido dos semanas de incertidumbre y de lucha constante, provocadas por un procedimiento que jamás debió poner en riesgo el normal desarrollo de nuestra actividad deportiva», destacó el club.
El conflicto se originó por la falta de colaboración documental en el proceso abierto por el organismo que preside Gianni Infantino. Durante cuatro días, el Badajoz tuvo que enviar a FIFA la documentación requerida hasta lograr la autorización provisional para competir el pasado domingo en Santa Amalia.
Con el proceso cerrado, la prioridad pasa ahora por cumplir con la exigencia económica pendiente. El club cuenta con 30 días, desde el 16 de septiembre, para abonar más de 200.000 euros en concepto de derechos de formación del futbolista Santiago Müller. En caso de incumplimiento, el riesgo de un nuevo bloqueo en las inscripciones volvería a estar sobre la mesa.
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