Dado que los resultados a domicilio no son tan consistentes como debería para un equipo que aspira a ser campeón, el cuadro pacense se centra en sacar el máximo de puntos posibles en su casa. El Nuevo Vivero debe ser un campo inexpugnable para los rivales si los pacenses quieren ascender de forma directa. El Badajoz recibirá al Trujillo el domingo a las 16:30.
A pesar de que no haya sido la primera vuelta esperada para los blanquinegros por la falta de consistencia en cuanto a resultados, este doblete en casa para finalizar el año lo convierte en una oportunidad de oro para despedir el año de una forma algo menos amarga y sobre todo para minimizar daños.
El CF Trujillo, rival de esta semana, es un rival a priori bastante inferior al cuadro pacense. El objetivo de los trujillanos es la permanencia ya que, con 14 puntos y situados en decimocuarta posición, están empatados a puntos con el último puesto que da derecho a mantener la categoría.
Vienen de empatar en un campo complicado como es el Antonio Amaya de Pueblonuevo y eso les ha hecho cambiar ligeramente los ánimos, ya que sus anteriores tres partidos fueron derrotas, lo que les ha enterrado a unas posiciones complicadas de la clasificación.
Y es que, más allá de hablar de los rivales, lo cierto es que parece que el mayor rival del Badajoz es el propio Badajoz, sobre todo lejos del Nuevo Vivero, donde cuenta con un balance bastante limitado. Ha cosechado 11 puntos de 21 posibles como visitante, y tan solo ha sido capaz de anotar cinco goles lejos de tierras pacenses, situándose como el sexto mejor visitante.
Sin embargo, lo que está salvando ligeramente esta faceta más amarga son los partidos en el feudo pacense, donde con 16 puntos de 21 posibles y con 18 goles a favor, se sitúa como el segundo mejor local, detrás del Jaraíz. Si es cierto que el accidente contra el equipo pimentón y el tropiezo frente al Extremadura, hace que los de Luis Oliver se acuerden de esos cinco puntos que se han quedado por el camino y que les serviría para ser líderes.
Con los números sobre la mesa, está claro que el Badajoz está forzado y obligado a hacer una segunda vuelta con muy pocos errores para no desinflarse y seguir luchando por el ascenso directo. La consistencia y seguridad en casa se tienen que hacer notar y la eficacia y eficiencia en los distintos campos de la región también tienen que florecer para mantenerse en la pomada en una temporada donde está en juego algo más que un ascenso.