A sus 32 años, Rober Correa (Badajoz, 1992) puede presumir de haber defendido los colores de algunos de los clubes con mayor tradición de nuestro fútbol. Formado en la cantera del Rayo Vallecano, club con el que logró debutar en Primera División de la mano de José Ramón Sandoval, el lateral diestro pacense ha militado en Espanyol, Elche, Cádiz, Eibar y Racing de Ferrol (club para el que juega actualmente), acumulando un total de 170 encuentros en el fútbol profesional patrio repartidos entre Primera y Segunda División.
Después de haber estado durante cinco temporadas en el Eibar, el club armero decide no renovar el contrato del futbolista a finales de la temporada pasada. Durante la 2023/24, Correa solo puede disputar siete encuentros con los vascos debido a la incesante plaga de lesiones que atraviesa.
«Como vi normal, el Eibar decide no renovarme. Aunque me dio mucha pena, porque fui muy feliz allí y sentía al club como mi casa, una parte de mi lo veía bien porque mi cabeza necesitaba cambiar de aires», explica el futbolista.
Rober disputó su primer encuentro durante la pasada campaña el 10 de octubre de 2023 ante el Lorca en Copa del Rey. En aquel choque, el pacense parte como titular hasta que en el minuto 60 nuevos problemas físicos le obligan a retirarse.
El zaguero extremeño regresa más de dos meses después y disputa 10 minutos en el encuentro que enfrentó a Eibar y Huesca en la jornada 23 del campeonato. Pero nuevamente su físico vuelve a jugarle una mala pasada y sufre una nueva recaída que le mantiene apartado durante más de un mes.
Durante ese periodo, el futbolista confiesa que llegó a su límite mental y que por su cabeza pasó la idea de retirarse. «Me volví loco tratando de cambiar cosas. Busqué alternativas en temas de nutrición, trabajé con un psicólogo, hasta cambié de plantillas. La cabeza hace mucho porque en algunos momentos vas con miedo y ese miedo te hace más propenso a lesionarte», confiesa Correa.
El por entonces jugador armero llegó a sufrir hasta cinco lesiones en el recto anterior de su pierna derecha. Se planteó la opción de operarse, pero la longitud de las roturas imposibilitaba la intervención quirúrgica. «El hecho de seguir las mismas pautas y la misma dinámica en la recuperación fue muy frustrante. Pensaba que aún tenía fútbol por mostrar pero que mi cuerpo había llegado a su tope y no daba para más», manifiesta Correa.
A pesar de todo, el futbolista se repone del nuevo revés, se recupera y disputa los últimos encuentros de la temporada. El pacense logra encadenar seis encuentros consecutivos teniendo minutos, aunque con cierto sabor amargo ya que el Eibar no logra el objetivo y se ve apeado del playoff de ascenso a Primera División por el Oviedo.
Tras una temporada muy complicada, el Eibar y Correa separan sus caminos. El defensor confiesa que se tomó el verano «con mucha calma» porque creyó conveniente que, tras tantas temporadas en el futbol profesional, necesitaba «estar tranquilo».
Rober asegura haber disfrutado las vacaciones «como hacía años que no lo hacía». Junto a su familia, pareja y amigos, el jugador desconecta de una temporada para el olvido. Pero llegó el mes de agosto y seguía sin equipo.
«Cuando los compañeros empiezan la competición cuesta todo más. En ese sentido lo pasé bastante mal porque ves que opciones que parecía que podrían salir se acaban cayendo. Surgió la opción de marcharme fuera de España, pero es algo que no me convencía demasiado. Pasé momentos duros en agosto porque sentía que, a pesar de las lesiones, aún tenía fútbol por mostrar en Segunda División”, sostiene el lateral.
Con la opción de la retirada revoloteando de nuevo, Rober recibe la llamada de uno de sus mejores amigos «de la vida, no solo del fútbol». Nono, actual futbolista del Korona Kielce polaco, hace ver a Correa que aún puede ser importante en cualquier equipo de la categoría de plata del fútbol español.
«Nono me dijo que estaba loco por pensar en retirarme, que él me veía y que sentía que tenía opciones de ser importante. Gracias a mi entorno salí de la situación y encontré la motivación para seguir peleando», manifiesta el futbolista.
Nuevo comienzo en Ferrol
Tras un acuerdo fallido con el Sporting de Gijón, el Racing de Ferrol se pone en contacto con Rober Correa. Las bajas en defensa obligan a los gallegos a salir al mercado y el perfil polivalente del pacense encaja con las preferencias de la dirección deportiva ferrolana.
«Estoy muy feliz, con la misma ambición que tenía en las primeras temporadas en Segunda División. Físicamente me encuentro muy bien y de lo que tengo ganas es de darlo todo y de comerme el campo cada vez que tenga la oportunidad de jugar», confiesa un alegre Rober Correa.
El siguiente paso es que el cuadro ferrolano logre remontar el rumbo en la competición. Los hombres de Cristóbal Parralo solo han sumado tres puntos en las primeras seis jornadas y se sitúan en el vigésimo primer puesto de la clasificación.
El pasado 21 de septiembre Rober debutó en la derrota de los suyos por 1-4 ante el Albacete. El pacense confesó estar «dolido por no ganar», pero quiso agradecer a sus nuevos compañeros por aceptarlo «tan bien». «Es un privilegio estar en un equipo como el Racing de Ferrol. No me cabe duda de que daremos la vuelta a la situación», concluye el pacense.