En el deporte norteamericano, cuando un equipo se encuentra en una situación límite en lo que a lo deportivo respecta se suele usar la expresión win or go home (gana o vete a casa). Extrapolándola en clave blanquinegra, la expresión viene como anillo al dedo para reflejar la situación de un Badajoz que está obligado a sumar de tres en su próximo compromiso si quiere seguir teniendo opciones de mantenerse en Segunda RFEF.
El conjunto que dirige Luis Oliver Sierra se desplaza este domingo al Nuevo Matapiñonera, hogar del San Sebastián de los Reyes, para afrontar un choque decisivo para ambos conjuntos.
Los dos equipos, inmersos en luchas diametralmente opuestas, se juegan su futuro más próximo en 90 minutos que prometen ser un auténtico carrusel de emociones teniendo en cuenta que será la primera jornada con horarios unificados.
A pesar de ser dos escuadras recién descendidos desde Primera RFEF, los objetivos del cuadro madrileño sí están a la altura de sus expectativas. Con solo seis puntos por disputarse, los hombres de Pablo Álvarez se sitúan en la tercera posición de la tabla con 55 puntos, a solo tres de una Gimnástica Segoviana que ocupa el liderato y por ende la plaza de ascenso directo.
El Badajoz por su parte, ha ido complicándose la vida progresivamente y lucha por un objetivo mucho menos ambicioso pero más trascendente. Los blanquinegros se encuentran en la decimoquinta posición de la clasificación, a tres puntos del playout y a cuatro de la permanencia.
Con solo dos choques por disputarse, las cuentas parecen estar más que claras. Si el equipo pacense quiere seguir teniendo opciones en la última jornada, fecha en la que recibirá en su estadio al Llerenense, todo lo que no sea regresar a Badajoz con tres puntos será tener pie y medio en Tercera RFEF.
Además de lo que ocurra sobre el verde de Matapiñonera, los ojos estarán puestos en dos encuentros que repercuten directamente al devenir del Badajoz. Por un lado está el encuentro que enfrenta a Navalcarnero y Ursaria y por otro el Llerenense-Montijo.
Lo idóneo para los intereses blanquinegros, además de sumar la victoria, sería que el derbi madrileño acabara en empate o, a lo sumo, una victoria por parte del Ursaria. Por otro lado, en el enfrentamiento regional lo más conveniente sería una victoria del Montijo, aunque dado que el cuadro rojillo se encuentra ya descendido y que los de Llerena actúan como locales parece una tarea complicada.
Cuentas a parte y centrándonos únicamente en lo deportivo, el Badajoz prepara el asalto a la capital con dos incógnitas. Álex Alegría y Borja López serán duda hasta última hora por diferentes tipos de molestias aunque viajarán con la expedición, al igual que el resto de la plantilla a excepción de Santi Moar.
Tampoco estará solo el cuadro pacense en las gradas. El club costeó dos autobuses que partirán llenos de blanquinegros este domingo a San Sebastián de los Reyes y se espera movilización por parte de otros aficionados que se desplazarán en sus vehículos particulares.
Aunque las dinámicas son completamente opuestas, los últimos antecedentes entre Badajoz y Sanse favorecen a los pacenses. Los madrileños no han logrado imponerse en ninguno de los siete choques disputados entre ambos conjuntos, con un balance favorable de tres victorias y cuatro empates.
Además, la última visita del Badajoz a Matapiñonera se saldó con una victoria blanquinegra por 1-3, aunque aquella temporada se acabaría perdiendo la categoría en la última jornada.
Dos son los nombres propios con los que el plantel de Oliver Sierra tendrá que andarse con ojo este domingo. Andreu Arasa y Juancho suman 13 dianas cada uno, logrando 26 de los 56 goles que acumula un Sanse que además de contar con dos grandes goleadores destaca por su futbol dominante y coral que no abunda en una categoría como la Segunda RFEF.
Con todo, los pacenses afrontarán un choque decisivo ante un equipo que se juega el ascenso directo en su domicilio. La tarea no parece sencilla, pero si algo han demostrado los blanquinegros es ser un equipo completamente indescifrable. Si el Badajoz no quiere irse a casa, debe ganar.