La permanencia del Badajoz en el grupo 5 de Segunda RFEF pasa por imponerse en los tres encuentros que restan. Como mucho, el equipo de Luis Oliver Sierra podría permitirse un empate en San Sebastián de los Reyes, siempre y cuando los resultados del resto de equipos inmersos en la lucha por mantener la categoría sean beneficiosos con los pacenses.
La primera final se sacó. El Badajoz recibió en el Vivero a un Mensajero ya descendido y logró imponerse por 3-0 para inspirar una bocanada de oxigeno necesaria de cara a las tres jornadas que faltan. Los goles de Samu Manchón, Adri Carrasco y Toscano dieron una alegría a la maltratada parroquia blanquinegra, que ya ha activado el modo supervivencia.
El azar ha querido que, a pesar de tener una situación clasificatoria muy comprometida, el Badajoz sea el equipo con el mejor calendario en este tramo final del campeonato. Si la pasada semana se midió a un equipo ya descendido, en esta ocasión le toca lo propio ante un íntimo enemigo.
El Montijo hará de anfitrión en la trigésimo segunda jornada del campeonato. El equipo que dirige actualmente Jesús Acevedo confirmó su descenso a Tercera RFEF hace varias jornadas y ahora le toca ser juez y parte de lo que le ocurra al resto de equipos inmersos en la lucha.
Para afrontar el decisivo derbi, la plantilla pacense contará con la baja de Carlos Cordero por acumulación de amarillas y la de Santi Moar, que sigue cumpliendo la sanción sufrida ante la Gimnástica.
Como confirmó el propio Oliver Sierra en la rueda de prensa previa al encuentro, Álex Alegría continúa arrastrando ciertas molestias en el tobillo pero, en principio, no tendrá problemas para estar sobre el verde del Emilio Macarro.
Precisamente el tapete del feudo montijano ha sido también comentado a lo largo de la semana. El Badajoz no ha logrado vencer en campos de césped artificial desde que comenzara la temporada y se enfrenta durante esta jornada a uno de sus archienemigos.
El técnico del Badajoz quiso quitar hierro al asunto, exponiendo que el césped «es el mismo para ambos equipos» y que al Montijo «también le gustaría jugar en un estadio como el nuestro».
A pesar de ello, los números están ahí. De los nueve encuentros que la entidad pacense ha disputado sobre terreno sintético, ha perdido en seis ocasiones y ha empatado en las tres restantes, teniendo un balance de goles de 13 en contra y 5 a favor.
Además del césped, otro de los factores que amenaza al Badajoz en su visita a Montijo es la presencia de Santi Müller. El delantero argentino salió cedido del cuadro blanquinegro durante el mercado invernal para hacer hueco en la parcela ofensiva y recaló en el por entonces equipo de Emilio Tienza.
En su lugar, el Badajoz incorporó a Ewan Urain y a Álex Alegría, que junto a Carlos Cinta y Pablo Gálvez conformaban la terna de delanteros del Badajoz por aquel entonces.
Con el despido de Cinta, que hasta la semana pasada seguía siendo el máximo goleador del equipo en solitario, Alegría, Gálvez y Urain pasaron a ser los tres delanteros del Badajoz, dejando unas cifras más que pobres en lo que a goles respecta.
Ni Alegría ni Ewan han conseguido aún estrenar su casillero goleador desde que llegaron a Badajoz. Además, Gálvez solo ha aportado una diana desde que aterrizó en la capital pacense durante el mercado veraniego. Un gol que le anotó al Llerenense en el Fernando Robina el pasado 7 de enero.
Por su parte, desde que Müller se enfundara la camiseta del Montijo ha logrado hacer tres dianas. Villanovense, Unión Adarve y UD San Fernando han sido las víctimas del ariete, que se enfrentará este domingo al club del que es propiedad.
Y es que, en el momento en el que el futbolista se marchaba a un equipo del mismo grupo, nadie en la parcela deportiva blanquinegra reparó en incluir en su contrato una ‘cláusula del miedo’ que impidiera al jugador disputar este encuentro, evitando de esta forma situaciones comprometidas para todas las partes.
«Al final, el principal perjudicado es el futbolista», expresó en sala de prensa Oliver Sierra. El técnico reconoció el «fallo» a la hora de realizar la cesión y confesó que le «sabe mal» por el futbolista, «que no debe verse en esa situación».
Con o sin Müller sobre el césped, el Badajoz debe amarrar tres nuevos puntos que metan presión a los equipos que marchan por delante a la hora de afrontar sus partidos. El objetivo sigue lejano, pero una victoria en el Emilio Macarro y algo de suerte en los resultados del resto de equipos pueden acercar un poco más a los pacenses a su objetivo.
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