Uno de los nombres que saltó a la palestra hace pocos días relacionado con el presunto intento de amaño del partido que enfrentó a Badajoz y Pontevedra el pasado 20 de mayo se ha quedado sin equipo.
Se trata de Jannick Buyla. El centrocampista ecuatoguineano militaba hasta este martes en la Sociedad Deportiva Logroñés, momento en el que la entidad blanquirroja expresó con un corto mensaje que club y futbolista finalizaban su relación contractual. «El club agradece al jugador su trabajo durante estos meses», concluía el escrito.
Y es que, aunque no se ha expresado de forma oficial, todo parece indicar que la supuesta implicación de Buyla en el presunto intento de amaño del Badajoz-Pontevedra ha tenido cierto peso en la decisión del conjunto de Logroño.
Según desveló ABC, el centrocampista ecuatoguineano se puso en contacto con David Soto, zaguero del Pontevedra con el que compartía agencia de representación, días antes del encuentro entre ambos equipos para, presuntamente, solicitarle de manera informal el arreglo del choque. El diario explica que Buyla llamó en varias ocasiones al central con número oculto y que nunca se identificó.
Fue el propio Soto el que hizo las averiguaciones correspondientes para acabar determinando que la voz que le interpelaba al otro lado del teléfono era la de Jannick Buyla.
Todo el revuelo generado tras la publicación de la información por parte de ABC pilló al centrocampista en Costa de Marfil disputando la Copa África con su selección. El pasado domingo, Guinea Ecuatorial cayó eliminada del torneo, por lo que el jugador ya estaba en disposición de regresar a la dinámica diaria de su club.
Buyla llegó a la SD Logroñés durante el pasado mes de noviembre y solo ha disputado un total de siete encuentros con el conjunto blanquirrojo. Su estancia en el Badajoz fue más prolífica, llegando a jugar en un total de 19 encuentros en los que anotó un tanto, aunque no pudo evitar el descenso del equipo a Segunda RFEF.
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