Año nuevo, Bada viejo. Si parecía complicado que el presente 2024 fuera peor el que 2023, el Badajoz ha dado el primer paso para lograrlo. El cuadro blanquinegro visitaba al Llerenense en el primer partido tras el parón navideño y, a pesar de comenzar por delante en el marcador, veía como su rival le daba la vuelta al resultado con un gol en el minuto 90.
No fue malo el nivel mostrado por el equipo durante el primer tiempo del partido. Gálvez lograba poner por delante al Badajoz en el minuto 25 y disponía posteriormente de varias acciones que bien pudieron suponer el 0-2 antes del descanso.
Pero la segunda parte fue diametralmente opuesta a la versión mostrada por el equipo en el primer tramo del choque. El Llerenense logró igualar la contienda en los primeros minutos del segundo tiempo y se mostró superior a su rival, disponiendo de acciones claras para haber confirmado la remontada antes.
Finalmente, un tanto de Platero en el minuto 90, que se aprovechaba de un deficiente despeje de Miguel Narváez tras un lanzamiento desde fuera del área, supuso el 2-1 final con el que el Badajoz inaugura el año 2024 con peores sensaciones con las que cerró el 2023.
En el primer once del año y obligado por las ausencias, Iñaki Alonso salió en Llerena con un 4-4-2. Con Narváez en puerta, la línea defensiva estuvo compuesta por Grima, Borja López, Cordero y Chacartegui.
La línea del centro del campo la ocuparon Jurgi en el costado zurdo y Castri el diestro con Jou y Petcoff en la sala de máquinas. En vistas de lo que podía traer el choque, Alonso cambió la habitual figura del mediapunta por dos delanteros. Cinta y Gálvez fueron la dupla ofensiva del Badajoz en el Fernando Robina.
El choque comenzó con ambos equipos queriendo ser protagonistas. Tanto Llerenense como Badajoz trataban de mover el balón con velocidad para instalarse en campo rival, aunque las imprecisiones evitaban acercamientos con mayor peligro.
Dentro de la igualdad imperante durante los primeros compases del encuentro, el Badajoz parecía sentirse más cómodo sobre el césped del Robina. Los hombres de Iñaki Alonso trataban de salir de la presión rival con triangulaciones en el centro del campo que habitualmente implicaban a Jou y a Petcoff.
El primero acercamiento a portería estuvo en las botas de Borja López. El central de Terrassa probó fortuna con un disparo desde fuera del área que no puso en demasiados aprietos los intereses de los de la Campiña.
Cuando el partido se encontraba cerca de llegar a la primera media hora de juego, el Badajoz pegó el primer zarpazo. Corría el minuto 25 cuando Pablo Gálvez se estrenaba como goleador blanquinegro en partido oficial tras embocar desde el área pequeña un centro raso puesto por Castri.
El Badajoz confirmaba su ligera superioridad en el verde con un tanto que quitaba un peso de encima a los de Iñaki Alonso y que los hacía colocarse por delante en el marcador por primera vez en cinco jornadas.
Con el resultado a favor, el cuadro pacense trató de bajar las pulsaciones al partido para evitar que el impulso tras el tanto en contra del Llerenense fuera a mayores. La sobriedad mostrada en fase defensiva fue suficiente para evitar que los visitantes rondaran el área de Narváez.
Pablo Gálvez se confirmó como el mejor jugador del Badajoz durante la primera mitad. El delantero burgalés, además de anotar el 0-1, fue el recurso más explotado en el frente ofensivo blanquinegro y dispuso de varias acciones individuales que de haber estado algo más fino se habrían convertido en goles.
El Badajoz pudo doblar su ventaja cuando el partido estaba cerca de llegar al descanso. Nuevamente una jugada por la banda derecha concluía con un pase a Gálvez que llegaba a rematar de primeras hacia la portería de Kelly. La salvadora intervención de Pedro Inglés evitó el segundo tanto pacense.
La segunda mitad comenzó cuesta arriba para el Badajoz. En el minuto 48, Bayo empataba el choque tras definir con calidad un gran pase al hueco de Dani Martínez. El francés, que llevaba escasos minutos sobre el verde del Robina, conseguía la igualada en favor de los locales.
El empate a favor quitó presión al Llerenense, que fue a por el partido sin complejos. Los acercamientos del equipo de Luismi Álvarez comenzaron a sucederse y, auspiciados por el apoyo de su hinchada, superaron al Badajoz en el primer tramo de la segunda parte.
Primero Bayo con un lanzamiento desde lejos y posteriormente una doble ocasión que concluyó con una meritoria intervención de Narváez estuvieron muy cerca de convertirse en el segundo tanto de los de Llerena.
En vistas de que su equipo estaba siendo superado, Iñaki Alonso decidió mover el banquillo para aportar frescura a los suyos. El técnico vasco decidió dar entrada a Toscano y Fidel en detrimento de Petcoff y Castri y pasó del 4-4-2 al 3-5-2 con Chacartegui y Fidel en los carriles y Toscano, Jou y Jurgi en el centro del campo.
El Llerenense volvió a rozar el segundo tanto cuando el encuentro llegaba a su recta final. Pedro Platero conectaba un disparo con rosca desde la frontal que se estrellaba en la escuadra izquierda de la portería de Miguel Narváez.
El jarro de agua fría iba a llegar en los últimos instantes del partido. El propio Platero lograba aprovechar un rechace generado por Narváez tras un disparo desde fuera del área y hacía el 2-1 para darle la victoria al Llerenense.
Los hombres de Luismi Álvarez confirmaban de esta manera su gran segundo tiempo, en el que fueron muy superiores a un Badajoz que no consiguió generar ninguna acción peligrosa que pudiera inquietar a Kelly.
De esta forma, el Badajoz comienza el año con peores sensaciones con las que acabó el 2023, hecho que parecía complicado. Los de Iñaki Alonso acumulan con esta derrota su sexto encuentro consecutivo sin ganar y continuarán una semana más en puestos de descenso a Tercera RFEF.