Mucho ha llovido desde la última vez que el Badajoz pisó el césped de Los Pajaritos. Corría el año 2003, la plantilla estaba compuesta por ilustres como Cidoncha, Rodri o Mantecón, el banquillo lo ocupaba Paco Miranda, que fue el cuarto técnico que dirigió al equipo pacense aquella temporada, y la presidencia del club estaba en manos de Antonio Barradas.
El 8 de junio de 2003, el Badajoz llegaba a Soria para medirse a un Numancia que, de ganar, certificaba su permanencia en Segunda División un año más. En contraposición, el Badajoz afrontaba el choque con escasas opciones de lograr la permanencia en la categoría.
El partido se decantó rápido para el Numancia, que se adelantaba en el minuto 5 y doblaba su ventaja minutos antes del descanso. La segunda mitad tuvo una tónica muy similar a la primera. En el 49 los sorianos hacían el tercero y en el 70′ lograban el cuarto y definitivo tanto del partido.
Tras la derrota, el Badajoz quedaba prácticamente sentenciado. Consumaría su descenso a Segunda B tras once años en la categoría de plata del fútbol español en la siguiente jornada, tras caer derrotado ante el Elche por 2-3 en el Nuevo Vivero.
Aquella fue la última campaña en la que el conjunto blanquinegro disputó la Segunda División. Después de aquello, la travesía por el desierto del Badajoz para volver a la categoría en la que militó durante veinte años está siendo larga y tortuosa para una afición que ha visto descensos administrativos, liquidaciones, refundaciones y un sueño que rozaban con los dedos hecho añicos en el último instante.
El próximo domingo el club pacense visita de nuevo Los Pajaritos, ese estadio donde todo comenzó a desmoronarse. Veinte años después, la entidad blanquinegra buscará poner los primeros cimientos para tratar de recuperar lo que le pertenece.