El tiempo y la paciencia, condicionantes que manifiesta como imprescindibles David Tenorio en cada comparecencia, empiezan a agotarse. El Badajoz sufre su tercera derrota consecutiva (la tercera en tres partidos) y se hunde en una clasificación que cierra como colista.
Un mal inicio en el encuentro volvió a lastrar al cuadro blanquinegro, que en el minuto seis ya perdía 0-1. Ampliaría su ventaja el Guadalajara antes del descanso, en el momento en el que mejor se encontraba el Badajoz, y aunque Núñez recortó distancias en el 70 y se tuvieron ocasiones de sobra para empatar el juego, no fueron suficientes para rescatar ningún punto.
La principal novedad en el once de Tenorio estuvo en la portería. A causa de una lesión producida en el último entreno de la semana Olmedo causó baja, dejando como guardameta titular a Miguel Narváez.
Grima tampoco entró en la convocatoria y, a pesar de tener disponible a Fidel Ibáñez, el técnico del Badajoz decidió dar entrada a Carlos Cordero por el carril diestro. La pareja de centrales también fue de estreno. Núñez y Moi García compartieron eje de la zaga por primera vez en lo que va de temporada con Chacartegui acompañando en el lateral izquierdo.
En el centro del campo, Petcoff y Jou volvieron a compartir doble pivote con Samu Manchón por delante, ejerciendo de media punta. La banda izquierda fue para Carrasco, la diestra para Bilal Kandoussi y la punta de ataque para Santi Müller.
Aunque el Badajoz tuvo presencia ofensiva en los primeros instantes de juego, en los que provocó varios saques de esquina a su favor, la debilidad defensiva volvió a pasar factura. En el minuto seis de partido, Iván Moreno superaba a Núñez por el perfil diestro y se plantaba solo ante Narváez, al que batía con un disparo al palo largo que el meta llegó a rozar antes de entrar. El Badajoz repetía los fantasmas del Adarve y se ponía por debajo en el luminoso antes del diez de partido.
Tras los primeros minutos de zozobra, el Badajoz se asentó sobre el césped y comenzó a desplegar su juego. Antes del minuto 20, Müller consiguió disponer de la primera acción de peligro blanquinegra tras definir cruzado un pase entre líneas de Samu Manchón. Álex Herrero, meta morado, consiguió mandar el disparo a córner.
El Badajoz comenzó a crear peligro con llegadas por banda de sus laterales. Tanto Chacartegui como Cordero se incorporaban con asiduidad y trataban de meter balones al área que pudieran ser rematados. Pero la poca finura en el centro y la falta de efectivos en área rival evitaban las ocasiones.
Varios balones se pasearon por el área pequeña de Herrero sin que encontraran un rematador del Badajoz. Tampoco era demasiado efectiva la presión blanquinegra. El Guadalajara se tomaba su tiempo en la salida de balón y al cuadro pacense le costaba recuperar en campo rival.
Antes de llegar al descanso, Bilal lo intentaba con un disparo desde fuera del área que se marchaba desviado. El Badajoz lo intentaba pero no conseguía instalar el bloque en el campo del Guadalajara, hecho que impedía un dominio más continuado de los hombres de David Tenorio.
El descuento de la primera mitad ya ondeaba cuando llegaría el segundo mazazo. Nuevamente Iván Moreno pisaba área desde el perfil derecho e iba embotellando a su par hasta que, tras un amago, sacaba un disparo raso al primer palo que hacía el segundo gol del Guadalajara. Tras el saque de centro del Badajoz, el colegiado pitaba el final del primer tiempo acompañado de música de viento procedente de la grada del Nuevo Vivero.
Tenorio decidió mover el banquillo para tratar de revertir la situación del equipo. Fidel Ibáñez y Toscano sustituyeron a Jou y a Petcoff en el entretiempo. Cordero pasó al eje de la zaga y Miguel Núñez al centro del campo.
El Badajoz comenzó más activo en la segunda mitad. Bilal estuvo cerca de sorprender con un disparo que se marchó a pocos centímetros del palo derecho de la portería del Guadalajara. A pesar de ello, cada pérdida en contra estremecía al Nuevo Vivero. El Guadalajara se lanzaba al contragolpe con decisión y generaba dudas en la defensa blanquinegra.
En el minuto 60 se produjo uno de los momentos más esperados en la semana previa al partido. Tenorio daba entrada a Carlos Cinta, que era recibido por más aplausos que pitos en las gradas del Nuevo Vivero. El delantero emeritense sustituyó a Santi Müller.
Pocos minutos después, Gálvez sustituía a Manchón y el Badajoz pasaba a formar con un 4-1-3-2. Tenorio usaba todo su arsenal ofensivo para tratar de embotellar al Guadalajara en el ecuador de la segunda mitad.
Iba a surtir efecto el cambio de Gálvez. El ex del Mallorca iba a estar presente en el primer gol del Badajoz. Toscano lanzaba una falta en el minuto 70 que el ariete remataba al larguero. Núñez se aprovechaba del rechace y hacía el primer gol del Badajoz.
Tras el tanto a favor, el Badajoz arremetió con todo al Guadalajara. El equipo blanquinegro tuvo los mejores momentos del partido, en los que generó varias acciones de valor gol. La más clara, un balón al poste de Adri Carrasco que pudo haber significado el empate. Cinta también dispuso de una que la zaga caracense le arrebató en el último instante.
La clara vocación ofensiva que instaló el Badajoz entrañaba sus riesgos. Cuando el Guadalajara lograba conectar varios pases en salida ponía en aprietos a la defensa blanquinegra. La muestra más clara de ello fue la acción que tuvo en sus botas Iván Moreno, que se plantó solo ante Narváez aunque en esta ocasión el meta pacense le ganó el duelo sacándole una meritoria mano.
El Badajoz lo intentó con todo en la recta final del encuentro. Consiguió provocar varias faltas que, a través de Toscano, el cuadro de Tenorio metía en el área con el objetivo de encontrar un rematador que hiciera el tanto del empate. Incluso Miguel Narváez subió a rematar los dos últimos balones parados. Pero no fue suficiente.
Con el pitido final del árbitro, el Badajoz consumaba su tercera derrota consecutiva. Una derrota que le hace ser colista del grupo con cero puntos de nueve posibles. Al igual que ocurriera al descanso del choque, al final del encuentro la afición mostró su malestar con el equipo, llegando escucharse algunos cánticos que pedían el cese de David Tenorio.
En lo que al partido respecta, el Badajoz tuvo buenos tramos en los que atacó con soltura y donde logró poblar el área de efectivos. La pelota no quiso entrar en esta ocasión, pero la solidez defensiva, que debería ser lo primero en resaltar cuando la pólvora está mojada, brilla por su ausencia.
La próxima semana, el cuadro blanquinegro viajará hasta Toledo para enfrentarse al Illescas. El Badajoz dispondrá de una nueva oportunidad para comenzar a revertir la situación, aunque el tiempo y los resultados empiezan a estar en contra.