Las nubes negras que ha traído el temporal a la Península Ibérica no han hecho una excepción con el Nuevo Vivero. El equipo que dirige David Tenorio tuvo un mal debut liguero en el que cayó derrotado por 1-2 ante Unión Adarve.
Por si fuera poco, el conjunto madrileño se adelantó en el segundo 40 de partido y dobló su ventaja en el minuto 38. Un tanto de Jurgi Oteo en el minuto 75 hizo creer al templo blanquinegro, pero la falta de mordiente volvió a pasar factura.
Tenorio decidió comenzar la temporada con un 4-2-3-1. En base a lo visto en los últimos encuentros de pretemporada, la portería fue para Olmedo. A éste lo escoltaron en defensa Fidel, Cordero, Borja López y Chacartegui. Por delante de la línea defensiva, el preparador blanquinegro formó un doble pivote compuesto por Miguel Núñez y Jou, con Toscano como enganche. La banda izquierda fue para Adri Carrasco, que se recuperó a tiempo para el debut, la derecha para Samu Manchón y la punta de lanza para Gálvez.
El partido no pudo comenzar de peor manera para el Badajoz. En el segundo 40 de partido, Albur adelantaba al Adarve tras rematar un centro colgado desde la banda derecha. La defensa blanquinegra perdió las marcas y el jugador del Adarve consiguió rematar sin demasiada oposición.
El tanto fue como un jarro de agua fría para los hombres de Tenorio. La afición trató de levantar a su equipo, tratando de hacer ver a los suyos que aún quedaba mucho encuentro para poder revertir la situación.
Le costó unos minutos al Badajoz asentarse en el choque tras el tanto en contra. El doble pivote conformado por Jou y Núñez se mostraba incómodo lo que provocaba demasiadas pérdidas en campo propio, hecho que hizo que Unión Adarve generara peligro al contragolpe.
Pasado el trauma inicial, el Badajoz consiguió hacerse con el cuero e instalarse en campo rival. Las circulaciones comenzaron a sucederse, moviendo el balón de derecha a izquierda para buscar el uno contra uno de Carrasco.
El extremo madrileño logró inquietar la meta del Adarve con un disparo desde fuera del área tras un quiebro hacía el centro. Su disparo salió demasiado centrado y el meta del conjunto madrileño logró despejar el esférico.
Llegados a la media hora de partido, Toscano dispuso de la acción más clara del Badajoz durante la primera mitad. El centrocampista blanquinegro recogía en la frontal del área un rechace tras un centro desde la derecha de Fidel y conectaba una volea que se marchaba a centímetros del palo derecho de Adrián.
En el momento en el que mejor se encontraba el Badajoz sobre el césped llegó el segundo mazazo. Una perdida en salida de balón de Toni Jou propiciaba un contragolpe en el que Unión Adarve lanzaba a tres hombres contra dos del Badajoz.
Fer Harta dirigía la acción, dividiendo a los dos zagueros pacenses. Una vez llegado a la frontal del área, el futbolista del Adarve lanzaba desde la frontal y batía a Olmedo, haciendo el segundo tanto del choque.
Digirió mejor el segundo tanto el cuadro de David Tenorio, que continuó con el plan de partido inicial. Aunque el Badajoz dominaba y movía el balón en campo rival, no lograba encontrar ese ultimo pase que generara una acción peligrosa.
El mayor peligro del cuadro pacense llegaba por las bandas. Gálvez iba a rematar un centro de Fidel desde la derecha que se marcharía por encima de la meta de Adarve. El lateral sevillano fue uno de los futbolistas que más peligro generó a la zaga madrileña.
El partido se marchaba al descanso con un resultado muy adverso para el Badajoz tras dos zarpazos de Unión Adarve. Tras la vuelta de vestuarios y buscando una reacción rápida en su equipo, Tenorio decidió mover el banquillo.
El técnico nazarí sustituyó a Fidel por Saïdou y cambio el esquema de su equipo. El Badajoz formó en la segunda mitad con tres hombres atrás, con el extremo guineano y Chacartegui ocupando los carriles y con Toni Jou, Cordero y Borja López en el centro de la defensa.
La inercia ofensiva con la que el Badajoz inició el segundo tiempo despertó a la grada. El equipo de Tenorio se echó al ataque sin el miedo del que no tiene nada que perder. El conjunto blanquinegro consiguió ocupar muy bien los espacios y metió al Adarve en su campo, hecho que tampoco supuso excesivo problema para los madrileños.
Llegados a la hora de juego, Tenorio echó el resto y dio entrada a Bilal y Petcoff en detrimento de Borja López y Samu Manchón. Kandoussi se adueñó del partido y gracias a sus conducciones que rompían líneas y a su asociación con Saïdou en banda derecha, el Badajoz comenzó a llegar con peligro.
La última batería de cambios provocó la entrada de Jurgi Oteo y Moisés García, que curiosamente se situó en la punta de ataque junto a Pablo Gálvez. La falta de recursos en la posición de delantero obligó a Tenorio a situar a un central en esta demarcación.
El Badajoz atravesaba su mejor momento de juego cuando recortó distancias en el marcador. Bilal Kandoussi lograba pisar área desde el costado derecho y ponía un pase al corazón del área pequeña encontrando a Oteo, que hacía el 1-2. El Badajoz iba a disponer de algo más de quince minutos para tratar de empatar el partido.
A pesar de intentarlo con todos los recursos disponibles, el Badajoz no conseguía hilvanar la jugada que le acercara al empate. Pablo Gálvez dispuso de dos acciones para poder lograrlo. La primera de ellas, menos clara, con un tiro desde la frontal que detuvo el meta del Adarve. La segunda, y esta sí pudo suponer el empate, tras rematar un pase de Saïdou en el área pequeña que se marchó fuera por poco.
Tras los cinco minutos de añadido, el colegiado decretaba el final del encuentro. El Badajoz regresaba a la competición tras el fatídico día en Córdoba y lo hacía sufriendo la primera derrota de la temporada en su casa ante Unión Adarve. Al igual que ocurriera ante el Sevilla Atlético, la imagen mostrada por el equipo no fue mala. Dominó el partido y generó acciones para poder anotar más de un gol. Pero las innumerables pérdidas en el centro del campo, la falta de rodaje de la plantilla y el problema ofensivo condenaron a los de Tenorio.
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