Día uno del nuevo Badajoz. Aunque el club sigue pendiente de la resolución de la justicia para saber si podrá ser inscrito en Segunda RFEF, la planificación sigue su curso. En la mañana de este miércoles, David Tenorio y su cuerpo técnico han dirigido la primera sesión de entrenamientos en el Eusebio Bejarano.
La sesión ha estado compuesta por catorce hombres. Los siete fichajes efectuados hasta el momento (Adri Carrasco, Toscano, Chacartegui, Toni Jou, Moisés García, Gurdiel y Castri), Narváez y Edu Sánchez (éste último solo completó la primera parte del entreno con el grupo) y un conjunto de jugadores de la cantera compuesto por Tamudo, Agus Izquierdo, el portero Pablo Gragera, Dani Cordero y Aníbal.
Los jugadores estaban citados a las 9:30 en los campos federativos Eusebio Bejarano. Allí, tras escuchar las primeras indicaciones de David Tenorio, el grupo comenzó realizando ejercicios de activación física con balón. Después, los futbolistas blanquinegros continuarían la sesión con un ejercicio de finalización.
Tras una breve parada para hidratarse, se produjo el reparto de los petos para realizar el partido reducido. Este ejercicio contó con la presencia de ambos guardametas, que mostraron su gran juego de pies y un leve atisbo de lo que pretende plasmar Tenorio en el verde durante la presente campaña.
El que no participó en el mencionado ejercicio fue Edu Sánchez. El lateral zurdo blanquinegro trabajó por separado con uno de los readaptadores, realizando ejercicios con balón y de carrera continúa mientras sus compañeros disputaban el reducido.
Tras la conclusión del partidillo y de una nueva pausa para beber, Tenorio ordenó a sus pupilos que cambiaran botas por zapatillas para rematar el entreno con series de carrera continúa con el objetivo de soltar las piernas tras la primera toma de contacto. Cuando las series acabaron, recogida de material y vuelta al Nuevo Vivero, donde la sesión concluyó en el gimnasio.
De esta forma, el Badajoz de la temporada 2023/24 echó a rodar de una forma algo atípica. Con solo nueve jugadores del primer equipo y la cabeza puesta en la resolución de la jueza, la escuadra pacense se agarra a la rutina y al optimismo de sus dirigentes para encontrar una normalidad necesaria que aleje el ruido y permita trabajar con tranquilidad.
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