Dice el refrán que a perro flaco todo son pulgas. Cuando parecía que el proyecto de cara a la temporada 23/24 del Badajoz echaba a rodar tras el fatídico descenso de categoría producido en Córdoba el pasado mes de mayo, sin contar los innumerables problemas sufridos por el club meses atrás, en esta ocasión la justicia impide que el conjunto pacense pueda inscribirse en Segunda RFEF.
La no inscripción del Badajoz se produce por las deudas pertenecientes a la temporada 20/21 y anteriores que el club mantiene con varios jugadores. El comunicado explica que se van a interponer los recursos administrativos y judiciales pertinentes para evitar que la resolución se lleve a cabo.
El Badajoz alega que «a nuestro entender» la resolución incumple la legislación mercantil de aplicación debido a la situación concursal que atraviesa. El pasado 4 de julio, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) emitía un comunicado en el que confirmaba las deudas, anteriores a la presentación del concurso de acreedores, del club con algunos de sus jugadores. En el mismo comunicado se expresaba que se procedería a “aplicar las medidas recogidas en su Reglamento General para determinar el futuro de los equipos”.
La noticia, que ha sentado como un jarro de agua fría a una afición de por sí maltrecha, llega en mitad de la preparación de la próxima temporada. El club ya ha anunciado la llegada de cuatro fichajes, además de varios nombres que suenan con fuerza, ha presentado las nuevas equipaciones y a Adri Carrasco ante los medios, y se encuentra inmerso de lleno en la preparación de la campaña de abonos.