El fútbol, al igual que la vida, es injusto por momentos. La afición del Badajoz conoce de sobra en sus carnes la crueldad de este deporte pero uno no llega nunca a acostumbrarse a los desasosiegos que deja el balompié.
El Badajoz cayó en Linares. Perdió una nueva oportunidad para salir del descenso después de realizar un esfuerzo titánico en un escenario tan complicado como Linarejos. Tuvo que soportar la inferioridad numérica que dejó la injusta expulsión a Josete Malagón en el minuto 5 y logró empatar el resultado después de que el cuadro azulillo se adelantara en el 83.
Pero un tanto de Lolo González en el minuto 93 hizo que la moneda volviera a salir cruz. El esfuerzo titánico de un equipo que aguantó todo el encuentro con un hombre menos y que se repuso a cada mazazo estoicamente no se vio recompensado en forma de puntos, pero sí de sensaciones.
Si algo no se le puede pedir a Tenorio es valentía. El técnico nazarí comenzó el partido con Mancuso como único hombre defensivo en el centro del campo en un escenario tan exigente como Linarejos. Alfaro acompañaba al argentino en la medular con Soto, Adilson y Gorka en la parcela ofensiva.
Además, el granadino recompuso la defensa tras la baja de Mariano con Josete y Cordero en el centro de la zaga y Juanmi García y Edu Sánchez en los laterales. Narváez se mantuvo una semana más como portero titular.
Pero el plan de partido del Badajoz iba a tener que variar rápidamente. En el minuto cinco de partido, el colegiado mostraba la cartulina roja directa a Josete después de que el zaguero blanquinegro disputara un balón dividido con Álex Sancris
La suerte continúa siéndole esquiva al cuadro pacense en los temas arbitrales. Como se pudo apreciar en las repeticiones posteriores, Josete disputa el balón con la plancha pero llega antes que su rival y toca balón en todo momento. El colegiado consideró más violenta la entrada de lo que realmente lo fue y expulsó al zaguero ilicitano.
La inferioridad numérica fue un palo pero el Badajoz no cuenta con tiempo para lamentos. Tenorio recompuso su equipo con celeridad pasando a Juanmi García al centro de la defesa y retrasando a Calderón al lateral.
Como si nada hubiese ocurrido, el Badajoz comenzó a tener el balón con mucho criterio para lograr trasladarlo a zonas ofensivas. Adilson iba a ser el primero en llevar el peligro a la meta de Samu Casado con un tiro desde fuera del área primero y con una definición que se marchó alta tras un envío en largo.
El Linares no supo gestionar adecuadamente la expulsión a favor y veía como el Badajoz seguía creciendo en el partido. Llegados al primer cuarto de hora iba a ser Gorka el que tuvo el primer tanto en sus botas tras ganarle la posición a un zaguero azulillo y definir al cuerpo de Casado.
Iba a avisar el Linares en el 18 después de robar y transitar con gran precisión. Sancris se plantaba solo delante de Narváez desde el perfil diestro pero su lanzamiento al primer palo se marchaba desviado.
En el segundo tramo de la primera mitad el Badajoz continuó llegando a la meta rival. Aunque sus ocasiones no eran tan claras como las sucedidas en los primeros instantes, la sensación de peligro blanquinegro era constante cada vez que conseguían encadenar varios pases en zona de tres cuartos.
El primer tiempo concluyó con un cabezazo de Cordero tras un córner que se marchó por poco. El Badajoz se marchaba a vestuarios con la sensación de haber perdonado a su rival a pesar de contar con un hombre menos.
Tras la reanudación, el Linares aprovechó su superioridad física y adelantó su bloque varios metros para tratar de embotellar al Badajoz. El equipo de Alberto González consiguió hacerse con el cuero y, a través de un movimiento fluido de balón, conseguía mover de lado a lado a su rival.
A pesar del bajón físico, el Badajoz aguantó bien las embestidas del Linares gracias a la contundencia de su línea defensiva. Ofensivamente, los hombres de Tenorio perdieron mordiente pero no se sentían incomodo jugando a lo que proponía el cuadro jienense.
Los minutos se sucedían, el Linares continuaba dominando pero no conseguía hilvanar la jugada que le pusiera por delante en el marcador. Narváez tuvo que intervenir en el 78 tras un centro lateral pero la seguridad del meta pacense evitó males mayores.
El partido entraba en la recta final cuando el Linares terminaría golpeando. Corría el minuto 83 cuando Fermín López remataba en el área pequeña un pase con la cabeza de Abeledo. Un desajuste en la pareja de centrales dejaba al atacante del Linares solo ante Narváez y éste no conseguía evitar el tanto en contra.
Linarejos estallaba conscientes de que ese tanto les metía en playoff. El Badajoz por su parte, sufría el primero de los varapalos de un encuentro que desde el primer momento no estaba para ellos pero que se empeñaron en competir al máximo.
La fe de los hombres de Tenorio iba a ver su premio cuando en el minuto 89 Borja García se elevaba más que nadie en área rival e introducía con un potente cabezazo el balón al fondo de las mallas que defendía Casado. El Badajoz conseguía igualar nuevamente el partido y veía más cerca la orilla.
Pero el destino tenía guardado un nuevo revés para los blanquinegros. En el minuto 93, Lolo González sorprendía a la defensa blanquinegra incorporándose al ataque y convertía el 2-1 tras un gran pase de Abeledo por encima de la defensa.
Las esperanzas pacenses de sumar algún punto se desvanecían drásticamente. En menos de cinco minutos, el Badajoz había pasado de ver recompensado su colosal esfuerzo a sufrir de lleno la parte amarga del deporte y marcharse de Linarejos con las manos vacías.
Unas manos que se van vacías de puntos pero cargadas de buenas sensaciones por lo mostrado en el tapete jienense. Los hombres de Tenorio hicieron un ejercicio de resistencia durante todo el encuentro y se repusieron a todos los reveses que aparecieron en su camino, salvo a un tanto en los instantes finales.
El cuadro blanquinegro piensa desde ya en el próximo domingo, en el que recibirá a la Cultural Leonesa en un Cívitas Nuevo Vivero que volverá a volcarse con su equipo para aportar ese extra necesario para conseguir el objetivo de mantener la categoría.
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