Al Badajoz se le va a hacer muy largo lo que resta de temporada. El conjunto blanquinegro volvió a caer derrotado, esta vez por 0-2 ante el Real Madrid Castilla, en la que es la segunda derrota consecutiva en la era Tenorio.
El filial merengue se mostró más entero a lo largo del partido y, aunque el Badajoz tuvo ocasiones para haber podido anotar algún tanto, la efectividad y la calidad de los madridistas se impuso en el cómputo global.
Tenorio repitió el planteamiento que viene siendo habitual desde su llegada. Con la excepción de Edu Sánchez, que volvía al once inicial tras su lesión, la disposición de los futbolistas blanquinegros fue la misma.
El inicio del partido presentó a un Castilla dominante como se presuponía. Los de Raúl González generaban superioridad en salida de balón apoyados en su zaga de tres defensores que obligaba al Badajoz a doblar esfuerzos a la hora de presionar.
A pesar del dominio blanco, el Badajoz iba a ser el primero en amenazar al portería rival. Un disparo de Zelu en el 10′ puso alertó al Castilla sobre las intenciones del equipo blanquinegro. La jugada habría cambiado si Gorka, al recibir el balón, hubiera visto a Calderón a su espalda mejor posicionado antes del chut del 10 blanquinegro.
Como en los tres encuentros anteriores, Mancuso volvió a ser el ancla del Badajoz. El centrocampista argentino, acompañado por Zelu y Alfaro en la medular, volvió a realizar un partido de los suyos, de lucha pelea y esfuerzo, pero cuando vio la cartulina amarilla en el minuto 20 sus intervenciones se vieron reducidas.
Llegada la media hora de partido, el cuadro pacense dispuso de su ocasión más clara. Calderón recibía un balón colgado dentro del área y, al golpear de primeras, su disparo salía mordido al segundo palo donde se encontraba Gorka. El delantero vasco no se esperó el cuero y con un remate defectuoso no conseguía que su disparo fuera a puerta.
El Nuevo Vivero volvía a rumiar esa sensación que generan las oportunidades pérdidas cuando recibiría el mazazo. Un espectacular pase de Rafa Marín desde el centro del campo encontraba a Peter Federico a la espalda de la defensa. El carrilero hispano-dominicano realizaba un control de un alto nivel técnico y definía a la perfección batiendo a Kike Royo.
El Castilla se adelantaba gracias a una jugada salida de la nada y dejaba helado el templo blanquinegro minutos antes del descanso. Tras la reanudación, Tenorio sustituyó a Mancuso por Buyla con la intención de mantenerse en su plan de partido corriendo más riesgos.
El primer cuarto de hora de la segunda mitad fue el tramo en el que mejor se encontró el equipo de Tenorio. Las conducciones de Buyla desde la base de jugada activaron al equipo y generaron superioridad en muchos tramos del campo.
También mejoró en las acciones a balón parado. Dos remates consecutivos de Zelu y Mariano tras envíos desde la esquina obligaron a de Luis a emplearse al máximo para evitar el empate. También tuvo su opción Pérez Acuña tras un cabezazo desde el punto de penalti, pero el golpeo se marchó desviado.
Volvió a tener el empate el Badajoz pasada la hora de partido tras una gran jugada colectiva que acabó con centro de Calderón desde la derecha. Nuevamente de Luís se anticipaba y evitaba el remate de Gorka.
Las fuerzas comenzaron a flojear en el combinado pacense y el Castilla recuperó el balón para defenderse a través de él. Los merengues comenzaron a tener más presencia ofensiva y sus llegadas comenzaron a sucederse.
Ninguna de ellas tan clara como la que tuvo en sus botas Álvaro Rodríguez, que tras dos quiebros de mucho nivel mandaba su remate al cuerpo de Kike Royo. La acción del delantero charrúa sería el precedente del tanto de la sentencia.
En el minuto 84, el Castilla salía jugando desde atrás hasta encontrar a Álvaro Rodríguez como hombre referencia. El delantero madridista cuerpeaba con José Más y se llevaba al lateral del Badajoz con un giro. Tras avanzar unos metros, Rodríguez cedía a Álvaro Martín, que esperaba en la frontal, y con un zurdazo batía a Kike Royo para cerrar el partido.
El tanto de la sentencia hizo que las esperanzas de la parroquia blanquinegra disminuyeran drásticamente. También las de la plantilla que solo pudo esperar a que se cumplieran los minutos restantes para la conclusión del partido.
El Badajoz volvió a pecar en las áreas y este hecho le cuesta una derrota, como ocurrió en Talavera. Los blanquinegros dispusieron de varias acciones claras para poder anotar pero la falta de efectividad pasó factura. El Castilla, mostrando pegada, efectividad y una enorme calidad técnica se llevó los tres puntos del Cívitas Nuevo Vivero.
En lo que a clasificación se refiere, el Badajoz cierra la jornada 31 en decimoctava posición con 34 puntos, empatado con Ceuta (siguiente rival) y Balompédica Linenese. El Fuenlabrada, que visita el Vivero en dos semanas, marca la permanencia con 35 puntos.