Con el regreso a la élite ya cumplido y con el sueño de la máxima categoría aún en el horizonte, la presidenta del Santa Teresa Badajoz, María Jesús Vega, no lidera solo un proyecto integrado por mujeres, si no que aboga porque las que tienen visibilidad deben ayudar a que la igualdad sea algo que se puede conseguir.
¿Cómo ves el deporte de Badajoz?
«Creo que queda muchísimo por recorrer. Pienso que las instalaciones deportivas a disposición de los ciudadanos son insuficientes y creo que se podrían potenciar un poco más desde las instituciones y las diferentes asociaciones y organizaciones para facilitar la práctica la cantera del deporte. En relación a los equipos existentes en la ciudad pienso también que hay una falta de arraigo. Lo podemos ver con la falta de ganas o de compromiso por parte de diferentes aficionados de los equipos de la ciudad. Creo que en otras ciudades eso está muchísimo más arraigado y los seguidores son mucho más numerosos».
¿Crees que está suficientemente reconocido el deporte practicado por mujeres?
«Hay una gran brecha entre el deporte practicado por mujeres y el de hombres. Se ha avanzado algo pero aún queda muchísimo por recorrer. Pienso que el reconocimiento y la visibilidad que se le da a uno y otro nos deja en desventaja. Los medios de comunicación nos podrían ayudar muchísimo dando una visibilidad igual, que lo que merecemos».
¿Hablamos de deporte femenino, o simplemente de deporte?
«En muchas disciplinas y deportes es impensable poder hablar sin género. Sí es cierto que se ha avanzado muchísimo, pero sigue habiendo una diferencia a pesar de que las reglas muchos deportes sean las mismas sean prácticas por mujeres y hombres. Existe esa diferenciación que no creo que nos deba molestar. Es decir, si en el caso del fútbol hay una liga femenina y en el caso de masculino una liga masculina. Lo que sí molesta es que las oportunidades y los recursos sean diferentes, pero no creo que llamarse de una manera o de otra sea algo importante. Pero si es verdad que debido a esa diferencia que existe y esa brecha es impensable no hablar con género en ciertos deportes»
¿Qué supone para ti dedicarte a lo que te dedicas?
«Lo que me supone independientemente de consumir prácticamente todo el tiempo libre y de ocio que pueda tener, se trata simplemente de sentirme con una responsabilidad. Creo que desde el club se están consiguiendo grandes cosas, sobre todo para el tema del deporte femenino. También nos dedicamos a otras actividades que están comprendidas en la RSC del club donde están las dos líneas estratégicas. Nos estamos basando en una línea de inclusión y una de igualdad. Creo que en ambos casos lo estamos consiguiendo. Me supone una gran satisfacción poder participar en todos estos proyectos. Es importante apoyar a este tipo de personas con discapacidad y a la mujer. Aparte de no tener tiempo libre, queda lo suficientemente recompensado».
El próximo 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, se conmemora el día de la lucha de la mujer en todos los ámbitos, ¿es un día importante, no?
«Es evidente que el día 8 de marzo es un día muy importante, pero debería haber muchos 8 de marzo en el año. Es evidente que es un día de reivindicación y de exigencias. Pienso que cada vez será menos noticia que se hagan ciertas cosas y ojalá llegue el día en el cual simplemente sea un día conmemorativo y no de revindicación».
¿Hacen falta más mujeres en puestos de dirección?
«Creo que los puestos de dirección debe estar ocupados por personas cualificadas independientemente que sean hombres o mujeres. Es cierto que esa cuota de paridad ha sido necesaria, pero creo que lo hay que dar son más oportunidades a las mujeres para que nos formemos y nos preparemos. Las mujeres tampoco queremos ostentar cargos simplemente por el hecho de ser mujeres. No obstante, cada vez hay más mujeres en los puestos de relevancia en muchas empresas. Hablo por mi empresa, en la cual trabajo. Se está haciendo un gran trabajo, y, si estamos preparadas, por supuesto que podemos llegar a los puestos de dirección».
¿Qué retos se te plantean este año?
A nivel de retos, existe evidentemente el deportivo que, ya se consiguió en parte el fin de semana estando clasificadas para la primera B de la Liga Iberdrola. Quedan todavía algunos partidos más para ver si podemos llegar a final de temporada siendo campeonas de liga. El otro reto es mantener la posición y relevancia que merece el club. Queremos seguir teniendo los recursos y oportunidades para hacer grandes cosas. Los retos si se hacen con cariño rato siempre se consiguen».
¿Te consideras una referente?
«Es aún pronto para decir que yo sea referente de algo. Todavía queda muchísimo por hacer, pero sí puedo demostrar que las mujeres tenemos capacidades y aptitudes suficientes como para poder dirigir y liderar un club de fútbol. Es cierto que cada vez son más las mujeres que tienen cargo de responsabilidad. Simplemente por eso, se demuestra que somos capaces de hacer las mismas cosas que los hombres. Es cierto que queda mucho por recorrer. Yo animaría a cualquier mujer a tener la oportunidad de dirigir un equipo relacionado con el deporte, porque creo somos capaces de hacerlo».
¿Qué le dirías a una niña que quiere vivir del fútbol?
«Si una niña me dijera esto, la animaría y la apoyaría a que lo hiciera. Yo fui una niña de pequeña que le gustó mucho jugar al fútbol y no me pude federar hasta que tuve 28 años. A mí me hubiera encantado encontrar personas que me hubieran animado a practicar deporte. Hasta hace mucho, este deporte sí tenía género y muchas niñas dejamos de practicarlo por falta de oportunidades y de recursos. Hoy día esa barreras ya se ha pasado, pero creo que aún así habría que facilitarles que ellas practicaran el deporte que amaran.
Creo que las mujeres que tenemos posibilidades de ser más visibles, deberíamos de tener el compromiso de liderar y participar en todas aquellas situaciones en las que se tuviera la posibilidad de romper esas barreras que a veces se nos crean y ser todas partícipes de esa sororidad compartida. Deberíamos ser solidarias entre nosotras y ayudarnos seguir avanzando y llegar donde creo que debemos estar, que es en ese punto en el cual no nos deberíamos de plantear que somos diferentes o que tenemos unas oportunidades distintas a la de los hombres».