El propio Mehdi Nafti ha dicho mil veces que no cree en las maldiciones, pero lo cierto es que empezaba a ser algo extraño lo que le acontecía al conjunto blanquinegro al jugar de visitante y las victorias no llegaban pese a las buenas sensaciones que transmitía esta plantilla, pero la cosa ha cambiado. El Badajoz salió al Municipal Santo Domingo a comerse el mundo y se hizo dueño del partido desde el primer minuto.
Desde la llegada del entrenador al banquillo blanquinegro, el conjunto pacense tan solo había conseguido dos empates como visitante (frente al At. Malagueño y Real Murcia), consiguiendo dos puntos de dieciocho posibles. La victoria en tierras almerienses no solo supone tres puntos, también un subidón de moral para el Club Deportivo Badajoz y para su afición.
Tras la victoria por 0-2 ante El Ejido, Nafti habló con los medios sobre necesidad de ganar fuera de casa. Al ser preguntado sobre esto, el técnico preguntó: «Tu trabajas todas las semanas intentando controlar un máximo de parámetros. El equipo había dado la cara en Murcia y en Huelva, pero los puntos no llegaron. Siempre piensas que en algún momento, la victoria fuera de casa puede llegar, pero bueno, vamos a seguir trabajando».
El entrenador tuvo un detalle que le honró refiriéndose al rival. Cuando se le preguntó, él quiso destacar que tenía que ser una victoria humilde debido a la delicada situación que vive en rival: «Tiene que ser una victoria humilde. En frente hay un rival que está sufriendo, en un ambiente complicado. Muy feliz por mis jugadores y por el club, porque creo que es una victoria merecida, pero humilde porque en frente hay un rival que está sufriendo y sé de lo que estoy hablando»
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