Mehdi Nafti ya ha conseguido lo que quería, hacer del Nuevo Vivero un fortín. La cuarta victoria consecutiva del Badajoz en su estadio (que no como local puesto que empató en el exilio del Francisco de la Hera) tuvo como víctima a un Atlético Sanluqueño inoperante y en clara caída en la tabla (de las diez últimas jornadas tan solo ha logrado un triunfo).
Los visitantes parecía que iban a por todas desde el inicio, saliendo incluso más fuertes que el Badajoz en los primeros minutos. A partir de ahí, las cabalgadas de un Toni Abad que volvía a una titularidad de la que nunca debió salir, destrozó a la zona izquierda de la defensa andaluza gracias a la asociación con José Higón.
A pesar de ello, el primer tanto llegó en una contra percutida por la banda izquierda. David Martín puso un centro preciso al centro del área para que lo rematara Éder, pero fue repelido por el meta visitante. Con la caña preparada estaba esperando el pistolero Ferrón para hacer su sexto tanto en la primera vuelta.
En la segunda mitad, solo existió el Badajoz sobre el terreno de juego. Salvo un intervalo de cinco minutos en el que los visitantes tomaron el dominio metiendo balones en el área, los pacenses tuvieron el duelo controlado.
Los goles de Éder finalizando con un taconazo para el recuerdo, José Higón para culminar su gran partido y del capitán Jose Ángel cerraron un triunfo que dejó también el debut del juvenil Obando.
El Badajoz termina así la primera vuelta entre los diez primeros clasificados, a expensas de recibir la próxima semana al Villanovense en el primer envite de la segunda.