Gracias a una beca universitaria, la joven pacense ha conseguido desarrollar su mejor surf en Río de Janeiro
Si hay alguien que nos puede demostrar que no hace falta tener mar en Badajoz para ser una pacense y ser surfista, esa es Carmen Servan. A sus 24 años, esta joven pacense ha gozado de la oportunidad de conocer una de las ciudades más exóticas del mundo y, lo que es mejor, compaginar estudios con deporte.
Carmen es estudiante de la Universidad de Extremadura en el doble grado de ADE y Derecho. El pasado año disfrutó de un erasmus en Oporto y en este último curso de la carrera, un programa de becas de la Universidad de Extremadura le llevó a la capital carioca. Desde entonces, ha disfrutado de seis meses en los cuales ha combinado sus estudios en la Universidad Federal Fluminense y a desarrollar su faceta surfista.
Quizás el empeño y la fuerza de voluntad en su etapa erasmus, fue lo que le llevó a tener una íntima relación con las olas. La playa de Motosinhos a esasos minutos de su residencia en Oporto, hizo el resto. «Siempre quise aprender. Me encanta el mar, pero donde veraneo no había olas. Conocí a un chico de Cádiz que iba todos los días y cogí la rutina con él. Vi la oportunidad y la aproveché. Me enseño que hay que ser constante. Si teníamos clases madrugábamos e íbamos antes. El surfeaba en el interior, yo siempre en la espuma con otra amiga gaditana, hasta que siendo muy cabezona aprendí. Dejaba mis cosas en la escuela surfing life club, pero nunca cogí clases. Era mi familia de allí, me ayudaron mucho. Después de un mes, cuando la tabla que me compré ya me quedaba pequeña, ellos me dejaban sus tablas para poder evolucionar. Era erasmus y no tenía dinero para comprar una. Todavía mantengo muy buena relación con todos ellos», relataba Carmen para Badajoz Deportes.
Meses después llegó a Río, la cuna del surf probablemente junto con Hawaii. Allí, el surf, ya no fue una casualidad para ella. Antes de llegar, Carmen ya había estudiado todo: Que marea era la mejor para esa zona, cual era la mejor época y algunas otras cosas. «En Brasil lo busqué. Ayudó mucho conocer a una chica y su padre, con los que he pasado mucho tiempo explorando las olas de la zona, me han cuidado y me han ayudado a evolucionar en este deporte», desvela la pacense.
¿Y es llamativo o sorprendente ver a una española o, mejor dicho, a una pacense, tan integrada en el surf y en la cultura surfera? La respuesta es que no. «En el agua todos somos iguales. Da igual de donde vengas, siempre que respetes las reglas y lleves una sonrisa verdadera en la cara», explica Servan con rotundidad.
Brasil, de otro planeta
Brasil es diferente, al menos, eso nos transmite Carmen cuando habla del país: «Como canta mi admirado Jorge Ben Jor, » Moro num país tropical, abençoado por Deus e bonito por natureza». No existe mejor definición del país. La cultura brasileña es increíble. El pueblo brasileño es un pueblo acogedor y simpático. Mi estancia aquí esta siendo maravillosa. Es una ciudad moderna, diversa, multicultural y cosmopolita, mezclada con una naturaleza exuberante. Rio acoge la selva urbana mas grande del mundo. Quizás sea el clima, las playas, la música que suena en todos los rincones de la ciudad o su gente, probablemente la mezcla de todo eso y más, me haga sentir como una autentica carioca. Siempre parece haber un ambiente de fiesta y carnaval que contagia la alegría de todo el mundo.»
Si algo sorprende de esta modalidad deportiva, es que en Río el surf va más allá. «El surf en Brasil no es un deporte, es un estilo de vida. Viven el surf con tanta pasión como el futbol. En Rio siempre es verano, con un biquíni o un neopreno corto basta para surfear. Esto hace que haya muchos más adictos al deportes. Que todas las playas estén mucho más saturadas que en Europa. Gente de todas las edades y de todas nacionalidades», nos cuenta la pacense.
Regreso a España
Tras acabar sus estudios en Río, Carmen ha emprendido un viaje por la latinoamérica profunda, para conocer países como Bolivia, Perú y Colombia. En septiembre retornará a Badajoz, ciudad que le ha visto crecer y donde comenzó su andadura deportiva en el baloncesto con el Guadalupe CB, equipo con el que llegaría a disputar la Liga Femenina 2 en 2009 en la temporada donde el equipo senior secundó una huelga y fueron las propias juniors quienes salvaron el descenso.
Aunque Badajoz no tenga mar, Carmen tiene claro que quiere seguir creciendo y disfrutando más y más del surf: «Seguiré creciendo, sino no tendría sentido lo que hago.»