LA FIRMA – FRAN GIL
Pensando sobre qué hablar en mi primer artículo en este medio, he descubierto que los Mayas eran del Badajoz. Ya dejaron claro en su famoso calendario que 2012 era un cambio de era. Curiosa similitud, y más cuando ahora, los nuevos dueños de nuestros vecinos del norte, que coinciden con los suyos, salen también con un calendario de predicciones que augura que como mucho en cinco años, el Cacereño estará en 2A.
Para conmemorar su centenario, hablan de un partido con uno de los grandes de España y de Europa, y un poquito más adelante, los «verdes» jugando en Europa… Por el bien de los buenos aficionados cacereños, esperemos que a Doblas no se la hayan metido doblada… Y viene esto a cuento de la reflexión que hacia Pablo Blázquez en este medio acerca de la necesidad de un cambio de modelo donde los inversores externos tuvieran presencia.
Estoy de acuerdo en que el capital privado es necesario si queremos crecer y tener expectativas, pero la experiencia nos hace ser, como poco, precavidos. Ver que los aficionados cacereños reciben entre aplausos a los nuevos propietarios seguro que hace esbozar una sonrisa sobrada a cualquier aficionado blanquinegro.
Nuestra propia experiencia, al igual que la del Extremadura o la de otro equipo de otra localidad de nuestra provincia con medio abecedario entre las siglas de sus refundaciones, debería fijar la línea a seguir. Sí al capital privado, sí al derecho a recuperar inversión, pero manteniendo el club en poder de los socios y que estos decidan cada cuatro años quien lo gestiona, siendo esto algo innegociable. ¿Difícil? Sí, pero es cuentión de elegir entre abecedario de pueblo a corto plazo o futuro serio a medio. Sólo hay que revisar las hemerotecas deportivas de los últimos 20 años… FRAN GIL
En poder de los socios, dice. Si esto es un cortijo con un coro de arrimaos al cervecero que no veas…Para cuándo una reunión para ver las cuentas, por ejemplo? Que entre alguien SERIO y que reflote este mangoneo cuanto antes.
Venga, saludos.