LA FIRMA – GONZALO FALCÓ
Día 24: Escribo estas líneas desde uno de mis rincones favoritos de Santa Eulalia, al que he denominado ‘Mi oficina’. Un banquito a la orilla del mar con unas vistas muy bonitas y relajantes en la playa de Ses Estanques, desde el que realizo muchas de las llamadas o incluso uso el ordenador para planificar entrenamientos de mi nuevo club, La Peña Deportiva Santa Eulalia. En estos poco más de veinte días que llevo por aquí, la verdad es que me han tratado genial e intentan que me sienta como en casa. En cuanto a lo deportivo, poco a poco van rodándose los equipos que entreno. Ya hemos jugado algún amistoso que otro, uno de ellos contra el HC Puig D’en Valls, que es un equipo femenino que compite este año en la máxima categoría del balonmano nacional.
Pese a sentirme muy cómodo y contento, no puedo evitar comparar todo lo que tengo por aquí con mi añorado Badajoz. Tanto a las personas como a los sitios siempre le busco una similitud con lo que tenía allí. Balonmanísticamente hablando, cuando pienso en mi actual presidente no puedo dejar de acordarme de Pablo Solís, o cuando observo a uno de mis jugadores zurdos no puedo evitar las comparaciones con Javi del Pozo.
Incluso con los padres que voy conociendo también los comparo con nuestros queridos ‘neveritas’ que nos seguían y animaban en pasadas temporadas por todos los campos extremeños. Y es que mi corazón aún es muy verde, y me da que así será durante mucho tiempo -para siempre diría yo-. Pero estas comparaciones no solo me pasan con el balonmano, ya que tampoco puedo dejar de hacerlas en mi día a día. Por ejemplo, al restaurante que más voy, en mi cabeza son “Los Baldíos ibicencos”, o al pub donde salimos los del equipo a tomar algo en mi cabeza es “El Surtidor de Santa Eulalia”.
Os parecerá una tontería pero a mí me hace gracia y me ayuda en mi día a día separado de mi tierra donde tantas cosas he vivido. Eso sí, donde no hay, comparación posible es en la familia. No hay día que no me acuerde de mis padres y hermanos, sobre todo de Kike y de su sentido del humor, eso sí que lo echo de menos y no es comparable con nada. Pero bueno, son pequeñas -o no tan pequeñas- cosas que hay que pagar por vivir haciendo lo que a uno le gusta, que es ser entrenador de Balonmano.
Un saludo de Gonzalo Falcó, entrenador nacional de balonmano, que se encuentra actualmente entrenando a la Peña Deportiva de Santa Eulalia en la preciosa isla de Ibiza.