El presidente del CD Badajoz, Pablo Blázquez, continúa confiando en la buena fe de las altas esferas a pesar de los tres partidos con los que sancionaron a Nico Monclova
Al Badajoz le sobrevuela una mano negra. Esto es lo que piensan algunos aficionados y gente cercana a la entidad tras sancionar la Federación Española al guardameta Nico Monclova con tres partidos, distribuidos de la siguiente manera: uno por doble amarilla y otros dos por decirle al colegiado tras el encuentro «¿Pero porque me has expulsado joder? ¿Porque?». Obviando las flagrantes faltas de ortografía que aparecen en el acta, parece demasiado castigo para un jugador que diga esa frase.
Pablo Blázquez, presidente blanquinegro, continúa por el camino de la fe. «Quiero seguir creyendo en la limpieza de la competición, pero hay algunas cosas raras», explica mientras intenta evitar que los pensamientos malévolos se apoderen de él. El propio Blázquez declaró en Canal Extremadura Radio que un empleado de la Federación Extremeña ya les advirtió que debían tener cuidado con quién iban a votar para las elecciones a la Federación Española, porque los árbitros en la fase de ascenso los designa este último organismo. Una vez más continúa mandando Villar y Blázquez votó a Jorge Pérez. «No sé si esas declaraciones ayudarán. Lo dije porque estoy un poco cansado de todo esto», comenta con cierto aire de resignación. En cuanto a la sanción a Nico en sí, el club tiene previsto recurrirla. «Lo vamos a hacer porque estamos en nuestro derecho. Mandaremos el vídeo y a ver qué pasa». Guarda esperanzas de que el recurso prospere.
Los que sí van a estar con total seguridad el sábado en Antequera para el partido de ida de semifinales serán algo más de un centenar de aficionados pacenses. El club ya dispone de entradas en sus oficinas al precio de 20 euros, desplazamiento incluído. «Creo que se va a llenar al menos un autobús. Salen a las 9:00 del sábado y volverán a las 23:30, tras la final de la Champions», destaca Blázquez. Estas cosas lo único que pueden hacer es conseguir, si cabe, una mayor comunión entre equipo y afición.
Qué tal pagar un autobús después del taquillón del otro dia? Ni os lo planteais.
En fin, ganas de que llegue julio…
El mirar para otro lado mientras la afición te reclamaba más mala leche con Rocha y cia. nos ha pasado factura. Ahora lamentaciones.