Tras tres temporadas sin superar partidos importantes en casa en los que cogía un gran aspecto el Nuevo Vivero, los blanquinegros lograron pasar ante el Bergantiños
Los pacenses ya van cuesta abajo. El Badajoz logró por fin romper la barrera psicológica de la presión en el Nuevo Vivero al pasar la eliminatoria frente al Bergantiños el pasado domingo. Había 6.000 personas en el campo y se notó el nerviosismo, pero se dieron cuenta de que pueden con ello y con lo que queda por delante.
Ante esta nueva circunstancia sí que le sale rentable a los de Marrero el jugar el partido de vuelta en el estadio pacense. La afición aumenta día tras día su ilusión de cara al encuentro de semifinales frente al Antequera. Al no haber demasiadas horas de viaje, se espera una buena afluencia de aficionados extremeños también en el partido de ida.
Al remar juntos equipo y afición, el Badajoz probablemente se convirtió este pasado domingo en el principal candidato al ascenso de categoría de todos los equipos que quedan en competición. Tiene una de las mejores plantillas y, con el apoyo de su gente, se puede convertir en un bloque casi inexpugnable.