Los pacenses fueron incapaces de llevarse un encuentro que acabó empañado por la agresión al jugador del Olivenza
Este Badajoz no merece ganar la liga. Es imperdonable dejar pasar tantas oportunidades de lograr el objetivo propuesto a principios de temporada. El de Olivenza fue otro ejemplo más de incapacidad, vulgaridad e ineficiencia de los blanquinegros. Para colmo, la imagen como club quedó dañada una vez más por los incidentes que marcaron el final del encuentro con una agresión al jugador local Pekas, que denunció el lanzamiento de una piedra a su cabeza.
Estas fueron las declaraciones del jugador del Olivenza, Pekas, al acabar el encuentro
Apuesta ofensiva
El planteamiento de Marrero preveía ambición ofensiva con dos puntas -Joselu y Javi López- y dos extremos de clara proyección ofensiva -Joaqui y Ruano-. Los primeros minutos fueron prometedores, con varias ocasiones claras, e incluso con varios palos. Daba la sensación que el marcador podría romperse en favor del Badajoz en cualquier momento.
No obstante, este inicio fulgurante fue un mero espejismo. Antes de llegar a la media hora, el potencial mostrado hasta el momento se diluyó y fueron incapaces de volver a crear peligro antes del intervalo.
Cambios intrascendentes
A Marrero no le estaba gustando la actuación de su equipo. La prueba más fehaciente fue que un rato antes de llegar al descanso mandó calentar a Gabri y José Manuel, quienes en el descanso sustituirían a la dupla de ataque titular, Joselu y el ‘Califa’. Ni uno ni otro resultó ser el revulsivo que el Badajoz necesitaba. Más tarde debutaría el nuevo fichaje, Dani Santigosa, reemplazando a Álex Herrera, uno de los blanquinegros que mejor cumplió en la primera mitad. Sin embargo, el catalán tampoco ayudaría mucho a romper el letargo visitante.
Estas fueron las declaraciones de Juan Marrero, entrenador del CD Badajoz, al acabar el encuentro.
Pozo y José Manuel gozarían de dos grandes ocasiones. El central, en una de sus habituales internadas con la testa a balón parado, y el cordobés rematando alto un gran servicio de Joaqui desde la banda.
A falta de dos minutos y medio, el encuentro entró en una esperpéntica vorágine de polémica en la que Pekas denunció el lanzamiento de un objeto desde la grada visitante- una piedra, en palabras del propio jugador-, mientras que una parte de los propios hinchas visitantes protagonizó un amago de invasión de campo para después marcharse antes de acabar el encuentro.
El colegiado del encuentro, Villa Maestre, decretó la suspensión momentánea del encuentro. Mientras tanto, los protagonistas de los incidentes en la grada pacense, abandonaba la misma, al tiempo que las fuerzas del orden hacían un tardío acto de presencia. Posteriormente, el encuentro se reanudó para jugar los dos minutos restantes más el descuento. Joaqui pudo dar el tanto de la victoria al Badajoz, pero su cabezazo se marchó desviado a escasos centímetros de la meta de un inspirado Ciga.
La imagen del conjunto pacense volvió a quedar en entredicho. A nivel deportivo, porque su proyecto deja cada vez más dudas cuando se acerca el momento decisivo y a nivel de imagen porque tiene una afición dividida entre las que condenan lo sucedido en Olivenza y los que intentan justificar lo sucedido con una presunta provocación de Pekas con una posterior invención de lo sucedido.
El Badajoz se queda a cuatro puntos del Cacereño con un partido más. Los verdes tienen la opción de dejar la liga virtualmente sentenciada a falta de cuatro jornadas. Por su parte, la directiva del club debe analizar lo sucedido en Olivenza, para tomar de una vez medidas y evitar que episodios como este se vuelvan a repetir.
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