El pacense hizo esta prueba en solitario, acabándola en un tiempo de 40 horas y 32 minutos
El corredor extremeño de BTT Carlos Pizarro de Miguel consiguió la segunda posición en la Powerade Non Stop Madrid-Lisboa que se disputó este pasado fin de semana, terminando la que está reconocida como carrera más larga del mundo en bicicleta de montaña en un extraordinario tiempo de 40 horas y 32 minutos.
La carrera que une las dos capitales ibéricas, y que atraviesa toda la provincia de Cáceres, tiene un recorrido de 728 kilómetros, por lo que está considerada, como decíamos, la prueba de esta categoría más larga del mundo. Solamente con este dato ya podemos imaginar la terrible dureza de la prueba, pero si además le añadimos que el corredor de Badajoz la hizo en solitario, no nos queda otra que admirar la gesta de este auténtico titán del BTT.
“Esta carrera es un 90% de cabeza y un 10% de piernas”, nos comenta Carlos, quien asegura que “es lo más duro que he hecho nunca, y no se lo recomiendo ni a los enemigos”, nos cuenta entre risas.
A pesar de todo, Carlos asegura que ha podido conseguir este espectacular éxito gracias al equipo de asistentes que le acompañó durante toda la prueba, “sin ellos hubiera sido imposible”, y por eso quiere reconocerles su importancia dedicándoles este segundo puesto.
Pizarro, que asegura que se inscribió en la Powerade solamente un mes y medio antes de la salida planteándose el terminarla como un reto personal, diseñó una carrera muy técnica desde el principio, y salió fuerte para poder colocarse en los primeros puestos, buscando un ritmo posterior que le permitiese poder disputar los primeros puestos en la llegada de Lisboa.
Tanto fue así que llegó a ir primero durante varias etapas, pero desgraciadamente, al llegar a la cuarta etapa de la carrera, la que discurre entre Navalperal de Tormes (Ávila) y Navaconcejo (Cáceres), el extremeño se perdió y cedió 25 minutos al ex profesional Moisés Dueñas, que finalmente se llevó la gloria en Lisboa con un tiempo final de 39 horas y 30 minutos.
Pizarro siguió en segunda posición durante el resto de una carrera de la que destaca “el apoyo del público extremeño” que se acercaba a las zonas de avituallamiento: “la verdad es que se nota y se agradece” reconoce el pacense.
Carlos Pizarro llegó a Lisboa “absolutamente exhausto”, asegura, “la verdad es que no sentía nada, solo frío y agotamiento, ni siquiera podía llorar de emoción porque no me quedaban fuerzas para ello”, nos cuenta ahora ya descansado y como no podía ser de otro modo, absolutamente satisfecho.
Lo cierto es que no nos queda más que felicitarle y reconocer que lo que este biker de Badajoz ha hecho, no está al alcance de cualquiera. Extremadura cuenta con un verdadero titán del BTT.