Este fin de semana tuve la oportunidad de presenciar una de las competiciones más bonitas de mi vida, el baloncesto en silla de ruedas. Son tantas las palabras que se pueden decir de estos deportistas: coraje, fuerza, sufrimiento, lucha, genialidad, compañerismo, deportividad, emoción en estado puro…
Todos estos valores representan muy bien lo que son estos deportistas que pese a sus dificultades siguen luchando cada día por mejorar en la vida y por ser mejores en lo que hacen.
También quiero poner de manifiesto todos los problemas por los que pasan la mayoría de los equipos que se dedican a este deporte. Al ser una modalidad poco conocida, con pocos aficionados, los clubes se las ven y se las desean por conseguir financiación necesaria para afrontar sus partidos y competiciones de la mejor manera posible.
En todos los partidos que vi, en ningún momento presencié malos gestos ni gente bajando los brazos en la cancha. Una lucha constante de la que deberíamos tomar ejemplo. Solo ver como caen y se levantan rápidamente, o ver como son ayudados incluso por sus contrincantes, causaba emoción en los pocos espectadores en la grada y enternecimiento en mí. Todo esto, me hizo apreciar aun más todo lo que rodea a estos «locos» con ruedas.
Lo que más me sorprendió de ellos fue la cercanía que mostraban al termino de los 40 minutos reglamentarios, volvían a convertirse en ciudadanos de a pie, como tú y como yo. Se hacían fotos, hablaban contigo… en definitiva unas personas íntegras en todos los sentidos.
Todo el mundo debe fijarse un poco más en el baloncesto en silla de ruedas y aplicarlo a su vida. Debemos visitar las canchas y llenar los estadios para que los jugadores noten el apoyo que se merecen. Que tengan la difusión que necesitan, pues hacen un trabajo extraordinario con lo poco que tienen. Este es el caso del club de la ciudad, el Mideba Extremadura, que lleva una buena parte de la temporada con solamente siete jugadores de campo y pese a ello ha hecho un más que digno papel en la Willy Brinkman cayendo con honor en semifinales ante el vencedor, el Getafe BSR.
Doy las gracias por la oportunidad que me han dado de presenciar en persona lo que significa este deporte, de las lecciones que me han enseñado estos ‘locos’ con ruedas.