El Entrenador extremeño del Rayo B y el máximo responsable de la cantera del club vallecano conocieron la escuela pacense, e incluso les dio tiempo a llevar juguetes y trajes de carnaval a los niños hospitalizados.
Los chicos de la escuela del Rayo Vallecano en la ciudad disfrutaron ayer de lo lindo, ya que pudieron conocer de cerca a uno de los ídolos del club madrileño, el entrenador extremeño del Rayo B, Diego Merino, y al máximo responsable del fútbol base del club vallecano, Juan Pedro Navarro, en su segunda visita a la escuela. Los dos pasaron todo el día con los dirigentes de la escuela pacense. Por la mañana, aprovecharon para visitar a los niños del Hospital Materno Infantil, a los que llevaron trajes de carnaval y con los que pasaron una agradable mañana junto a algunos de los futbolistas que el club tiene en la ciudad. Ya por la tarde, aprovecharon para hacer una visita y conocer de cerca el trabajo de los distintos equipos que entrenaban en las distintas instalaciones de la ciudad.
Según palabras del propio Juan Pedro a este medio, la visita tenía como fin principal «fortalecer las relaciones y unir lazos con la escuela» ya que para el club, es muy importante que «la escuela siga creciendo en Extremadura», además de conocer de cerca el trabajo de los jugadores y técnicos, del que decía estar «contento y satisfecho», aunque echaba en falta que la ciudad contara con tan solo «tres o cuatro campos de fútbol». Respecto a la reciente convocatoria con la selección española del cadete del club, Nene, comentó que están «muy contentos» y que esperan que «poquito a poco, con paciencia» sean más los jugadores que vayan saliendo hacia Madrid.
Por su parte, Diego Merino comentó que su temporada este año en Tercera estaba siendo «bastante dura» aunque «muy positiva a nivel de aprendizaje y formación, que les está ayudando a crecer y a mejorar». Respecto a la escuela del club en la ciudad, comentó que ve como «algo muy positivo que la marca Rayo se expanda y muy orgulloso de que sea en Extremadura», y que cree en «el potencial del fútbol base extremeño», aunque es consciente de que «se debe crecer mucho a nivel de instalaciones», ya que «los chicos lo merecen y necesitan», por lo que «hay margen de mejora». Preguntado por las palabras de Paco Jémez, en las que indicó que el cambio natural en el banquillo del club de Primera debería ser él mismo, comentó que se siente «muy agradecido por esas palabras» pero que es «consciente de que el mundo del fútbol es muy complicado» por lo que trabajará «con ambición» porque es su ilusión.