LOS USOS DEL HIELO EN EL DEPORTE

Se trata de algo que casi siempre tenemos a mano y al que se le pueden dar varios usos que no son tan conocidos, los cuales se explicaran a lo largo de varios artículos.

Bien desde siempre se ha utilizado en el ámbito deportivo por su efecto analgésico y antiinflamatorio, por ejemplo, todos los que hayan sufrido un esguince sabrán que lo primero que normalmente se pide es hielo, aunque esto lo discutiremos en otro artículo podemos darlo por válido por ahora, cuando nos planteamos cuestiones como: ¿Cuánto tiempo lo tengo puesto?  ¿Tengo que envolverlo en algo? … Aquí es donde vienen las dudas, para resolverlas seguiremos este esquema:

– Traumatismos agudos:  ¿el hielo puede ser contraproducente?

-Prevención.

-Tratamiento de una lesión establecida.

TRAUMATISMOS AGUDOS

hematoma

La palabra traumatismo proviene del griego y significa “herida”, según nos dice la Real Academia Española; “Lesión de los órganos o los tejidos por acciones mecánicas externas“.

Esta definición engloba: esguinces, un hematoma por un golpe directo, roturas de fibras, ligamentos o tendones… bien una vez situados en el contexto podemos decir de forma simple  que todo traumatismo sigue siempre las mismas fases: inflamación, reparación y regeneración o maduración. Cada lesión es diferente y dependiendo de la estructura dañada y de la gravedad estos procesos pueden cambiar en cuanto a duración.

FASE INFLAMATORIA:

Durante esta fase, que dependiendo de la gravedad de la lesión oscilará entre 2 y 3 días normalmente,  podremos aplicar hielo, aprovecharemos los dos efectos más utilizados analgésico y antiinflamatorio, tenemos que tener en cuenta dos cosas importantes:

La primera: En este momento el cuerpo se está llevando los nutrientes necesarios para comenzar la reparación al foco de la lesión , no debemos interrumpir este proceso pero podemos atenuarlo los síntomas que provoca (dolor, rojez, impotencia funcional…),  para eso debemos limitar el uso del hielo a 4 o 5 veces al día no más de 15- 20 minutos en cada ocasión, siempre teniendo como referencia el color de la piel, en el momento que veamos que el color de la piel tiende a ser mas rojizo en vez de pálida debemos retirarlo, ya que el frío estará provocando el efecto contrario, es decir el cuerpo para contrarrestar la bajada de temperatura manda más sangre para calentar la zona, esto solo aumenta la inflamación, es contraproducente.

La segunda: Por norma general debemos envolver la bolsa o cualquier otro medio que utilizamos con una toalla o algo similar, con las suficientes capas como para sentir el frío pero evitar la quemadura que puede provocar el hielo.

 Hay una excepción, podemos aplicar el frio de forma manual, para ello podemos coger un cubito o hacer una especie de polo de hielo introduciendo un palo en agua y congelándola,  se tratará de hacer círculos o trazos en la zona inflamada.

FASE DE REPARACIÓN:

Empezará a continuación de la inflamatoria, podemos decir que al principio es un proceso mixto entre ambas, en esta fase no vamos a utilizar el hielo como antiinflamatorio sino más bien como analgésico y como estimulo para provocar un aumento del flujo sanguíneo a la zona, esto es especialmente útil cuando tenemos alguna rotura muscular, que al principio de esta fase suele ser dolorosa, por lo que utilizando el frio conseguimos dos efectos analgesia y aumentar el flujo sanguíneo, este segundo efecto se podría conseguir con calor pero a veces en lesiones graves es contraproducente pues puede aumentar el dolor.

Esto es posible gracias a que los vasos sanguíneos recubiertos por musculo liso se contraen con el frío, pero no pueden mantenerse contraídos siempre y cuando se relaja este musculo liso los vasos se abren y dejan pasar una mayor cantidad sangre.

La aplicación debe ser superior a los 15-20 minutos propuestos antes, y hemos de guiarnos por el color de la piel cuando esta empiece a enrojecerse, ¡ojo! sin que nos queme, estaremos aprovechando este uso del hielo. Con una aplicación de 40 minutos estaríamos cumpliendo nuestro objetivo.

Espero que no tengáis que aplicar estos consejos, pero si os veis en la circunstancia espero que os sirvan, son meras guías, lo ideal es que acudáis al profesional sanitario correspondiente, ya sea un Fisioterapeuta o un Médico. Próximamente hablaremos de cómo usar el hielo a modo de prevención en problemas musculares.

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Autor artículo: Juan Carlos Madly Bañas (Estudiante Fisioterapia UNEX)

Fuente de fotografias: http://www.rafalinux.com/?p=727

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